Arrancar con trabajos de fuerza

Los atletas que se dedican a correr no disfrutan mucho de ir al gimnasio. El problema es que este tipo de trabajos de fuerza es fundamental para evitar lesiones y mejorar con el paso de los entrenamientos. Si eres uno de esos aficionados de la calle y no te gusta ir al gimnasio, sigue estos consejos para poder enfrentar una rutina de trabajos de fuerza.


El primer día de gimnasio, el atleta suele prometerse a sí mismo que no faltará ni un solo día. Sin embargo, imprevistos, ocupaciones o exigencias laborales hacen que el corredor termine abandonando la rutina. Si el gimnasio se encuentra lejos de los lugares que frecuentas (como el trabajo y el hogar) es probable que encuentres un pretexto para no ir. Por eso, en primer lugar te recomendamos que busques un gimnasio cerca de los lugares donde andas diariamente.


Trabajos de fuerza

Comienza la sesión con un buen calentamiento. Hay que movilizar todas las articulaciones y realizar estiramientos suaves. Puedes hacer un calentamiento en la cinta de correr u otra opción es ir trotando hasta el gimnasio.


Empieza trabajando siempre los grandes grupos musculares y termina por los pequeños. Por ejemplo, arrancar con la zona media como abdominales y espinales, luego pasa al tren inferior y termina un trabajo corto de brazos.


Un punto fundamental es aprender cómo es la postura correcta para cada ejercicio. Hacer trabajos de fuerza con una mala postura puede desencadenar contracturas o lesiones. Evita lesionarte y presta atención a tu entrenador.


Los primeros días de entrenamiento de musculatura son de adaptación, no hay que intentar hacer todo lo que no se hizo durante el año. Las mejoras y los esfuerzos son progresivos.


Siempre tomar agua antes y después del entrenamiento. La clave es, tomar aunque no tengas sed.


Planear un objetivo junto al profesor del gimnasio. Define tus metas y charla con tu entrenador para diagramar un programa según tus necesidades. Esto puede ser fortalecer los músculos, mejorar la técnica de carrera o aumentar la masa muscular, entre otros.


Por otro lado, antes de contratar el gimnasio es importante dar una vuelta por el salón de aparatos en un horario en donde haya mucho público y observar qué están haciendo los profesores. Presta atención a los siguientes puntos:
- Chequea si corrigen a los atletas mientras entrenan.
- Corrobora el estado de los aparatos.
- Si hay demasiada gente en el horario que planeas ir.
- Presta atención a la cantidad de aparatos.
- Charla con el profesor para averiguar cómo llevan adelante las rutinas. Algunos profesores arman el plan de ejercitación y luego no siguen de cerca al alumno.
Y recuerda que el rol del entrenador es clave para no contraer lesiones y tener objetivos realistas.

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