Running en ayunas

En la actualidad en el mundo del running es muy común oír a la gente afirmar: "Yo corro en ayunas porque así quemo más grasa y adelgazo más". Pero esto no es solo un falso mito sino que además puede desembocar en graves problemas para el organismo, desde la bajada de rendimiento hasta lesiones musculares, pasando por aparición temprana de fatiga o mareos.


¿Por qué supone tanto riesgo para la salud? ¿Qué es lo que ocurre cuando se priva al cuerpo de alimento durante largo tiempo?

Existen órganos en el cuerpo, como el cerebro, que necesitan consumir glucosa para seguir funcionando. En el ayuno no hay aporte de nutrientes por alimentación, así pues, en el momento en el que el cuerpo detecta que la glucosa en sangre no es suficiente para dar de comer al cerebro y mantener las constantes vitales, automáticamente se reduce el consumo de ésta a nivel de músculo, hígado o riñones, entre otros. El cuerpo activa de inmediato otra serie de vías metabólicas que le permitan reducir al máximo el gasto y seguir obteniendo energía para mantener la supervivencia de los órganos vitales.


Las adaptaciones metabólicas que hace el cuerpo para asegurar la supervivencia son complejas y afectan no sólo a nivel de nutrientes sino que también se altera el Sistema Hormonal, el Sistema Nervioso se reduce y otros factores, como la sensación de hambre o la capacidad para mantener la temperatura, también se ven modificados.


Running en ayunas

Todo se ralentiza para consumir el mínimo. Imagina una situación en la que tu cuerpo está en ayuno, tu organismo está trabajando simplemente para sobrevivir, porque no tiene los nutrientes suficientes que necesita, y además incrementas el esfuerzo realizando una actividad física... Aquí es donde aparecen los problemas en el organismo.


También es cierto que cuando el cuerpo está sin Hidratos de Carbono, nutrientes que aportan la energía directa, sigue funcionando aunque tenga un esfuerzo extra. Entran a trabajar las vías de degradación de grasas y degradación muscular, es decir, obtiene la energía necesaria de las grasas y de las proteínas que se encuentran en el músculo. Al producirse esa pérdida de proteínas se pone en peligro al músculo a nivel de lesiones, pero además contribuye a unos músculos fatigados, débiles y flácidos.


Siempre se debe realizar running con la energía suficiente en el cuerpo, y para ello es recomendable ingerir alimentos entre 30-40 minutos antes. Es cierto que hay gente que se encuentra más cómoda cuando ha ingerido alimentos pasado algo más de tiempo, una hora u hora y media, por tanto lo importante es conocerse y saber qué situación es la más adecuada así como los alimentos que vienen mejor para realizar actividad física, siempre disponiendo de la energía y los nutrientes necesarios y por tanto, nunca en ayunas.


Y si lo que se quiere es quemar grasa corriendo, algo muy recomendable, lo importante es saber cómo hacerlo. No es muy complicado porque solo hay que conocer y calcular las pulsaciones por minuto en las que se debe trabajar y acostumbrarse a hacerlo con pulsómetro, ya que dependiendo de las pulsaciones en las que se trabaje la energía provendrá de un sustrato o de otro, se obtendrá de los Hidratos de Carbono o de las Grasas.


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